Las Dietas
4 participantes
Página 1 de 1.
Las Dietas
¿Quien no se ha puesto a dieta alguna vez?. ¿Dietras milagro?. ¿Existen?.
Aquí os dejo información que me ha parecido interesante.
Cambie su destino Genético
El Dr. Peter J. D'Adamo comenzó una fiebre de la salud internacional y demostró que cuando se trata de hacer dieta, un plan no sirve para todos. La dieta del genotipo desarrolla un programa personalizado que funciona con su estructura genética para maximizar la salud y la pérdida de peso, así como prevenir o incluso revertir enfermedades.
Según el Dr. D'Adamo, una serie de factores ambientales, incluyendo la dieta y el estilo de vida, determinan cómo y cuándo los genes se expresan. Con las herramientas adecuadas, usted puede activar los genes buenos y callar los malos.
Sin pruebas costosas la dieta del genotipo revela los puntos fuertes y debilidades genéticas, y proporciona una dieta precisa y plan de vida para cada individuo. Basado en la investigación genética, este es el plan del siglo para el bienestar y la pérdida de peso.
¿Cuál es su genotipo?
Genotipo "CAZADOR"
Características: Este genotipo responde a aquellos hombres y mujeres que son de formas y músculos estilizados. Tienen un delicado sistema digestivo, con mucha acidez y son bastante alérgicos. Pueden ser sensibles al trigo y, por ende, al gluten. (Muchas veces hay celíacos en este grupo, las personas que principalmente no pueden comer harinas). Les es muy beneficiosa la carne.
En ellos es fácil corregir cualquier trastorno como la obesidad, sobrepeso y trastornos inflamatorios. Con una dieta inadecuada tienen tendencia genética a la aparición de numerosos problemas de salud, como artritis, asma, cáncer, diabetes y enfermedades cardiacas.
Tipo de sangre: Sólo tipo 0 (IV).
Algunos de los alimentos que debes evitar: Harinas, ni siquiera pan integral y leche
Genotipo "RECOLECTOR"
Características: Lleno de formas redondeadas, tiene tendencia a engordar, se puede decir que es el genotipo más común en la población Chilena. Los recolectores son propensos a conservar las calorías como grasa acumulada.
Si se corrige su economía metabólica mediante una dieta adecuada, los recolectores pueden envejecer muy bien manteniendo un peso óptimo. Extraen en forma rápida el azúcar de la corriente sanguínea pasando la mayor parte en estado de hipoglucemia por lo que el cerebro y los tejidos musculares no obtienen su justa parte, corriendo riesgos para su salud, pueden enfermar de Alzheimer, Depresión, Hipertensión, Obesidad, Resistencia a la Insulina y Diabetes
Tipo de sangre: 0 (IV) o B (III).
Algunos de los alimentos que debes evitar: Carbohidratos como pan o pastas, lentejas, porotos y garbanzos, arroz, mucha fruta.
Genotipo "MAESTRO"
Características: Fuerte, vigoroso y estable, este es el genotipo de equilibrio. La dieta de los Maestros está basada en verduras, baja en bacterias de crecimiento excesivo, alta en fitonutrientes que reprograman epigenéticamente sus genes tolerantes, ayudan a mantener en plena forma sus defensas anticancerígenas, a optimizar el metabolismo y a mantener un peso óptimo.
Tipo de sangre: A (II) o AB (I).
Algunos de los alimentos que debes evitar: Carbohidratos refinados como harina blanca y azúcares simples, pollo.
Genotipo "EXPLORADOR"
Características: El Explorador suele gozar de una mayor longevidad que los demás genotipos, pero con una mala vejez debido a su híper sensibilidad ambiental y química que va resintiendo el hígado debido a que las toxinas pasan mucho más tiempo en él, dando vueltas y vueltas cuando habría que procesarlas y eliminarlas.
Tipo de sangre: Puede ser cualquier tipo de sangre. Muchos son Rh negativo.
Algunos de los alimentos que debes evitar: Café, harinas de trigo, cerdo, atún, leche y semillas.
Genotipo "GUERRERO"
Características: Delgados y sanos durante la juventud, en un período de su vida adulta de repente engordan y les cuesta mucho bajar de peso.
La dieta del guerrero es una dieta mediterránea, basada en verduras, hipoglucémica y alta en fitonutrientes, son súper alimentos que reprograman epigenéticamente sus genes ahorrativos y ayudan a ralentizar el proceso de envejecimiento y a optimizar el metabolismo, lo que comporta una mayor energía y un peso óptimo. Cuentan con puntos muy fuertes ya que tienes muy buena recuperación de las enfermedades, al no seguir su dieta adecuado tendrán un envejecimiento prematuro con riesgos para la salud como problemas digestivos crónicos, enfermedades cardiacas, hipertensión, ataques de parálisis cerebral, desequilibrio hormonal, resistencia a la insulina y obesidad en la mediana edad.
Tipo de sangre: A (II) y AB (I).
Algunos de los alimentos que debes evitar: Pollo, la mayoría de las carnes rojas, mantequilla, leche entera y derivados.
Genotipo "NOMADA"
Características: Este genotipo es usual en nórdicos, algunos españoles y judíos, ya que su origen implicó mayores desplazamientos territoriales. Poseen una personalidad muy adaptable. Con la dieta para su genotipo puede mantener su sistema inmune equilibrado y regular la producción de óxido nítrico, sustancia química que ayuda a mantener las arterias con buena dilatación para que el flujo sanguíneo sea óptimo y así evitar problemas neuromusculares. Un Nómada bien acondicionado, tiene el don envidiable de control de la ingesta calórica y envejecer con gracia.
Tipo de sangre: B (III) y AB (I).
Algunos de los alimentos que debes evitar: Pollo, palta y Tomate.
Según afirma en su libro The GenoType Diet, nuestros genes marcan qué tipo de comida será la que nos hace engordar, y por eso las dietas no funcionan por igual para todo el mundo. Dicen que ‘la Ana Rosa estadounidense’, Oprah Winfrey, que ha sufrido distintas idas y venidas en la báscula, se ha hecho fan de este método.
No es una dieta para bajar de peso. Es un estilo de alimentación que potencia los nutrientes que le hacen bien al cuerpo y descarta los que alteran la salud.
Aquí os dejo información que me ha parecido interesante.
Cambie su destino Genético
El Dr. Peter J. D'Adamo comenzó una fiebre de la salud internacional y demostró que cuando se trata de hacer dieta, un plan no sirve para todos. La dieta del genotipo desarrolla un programa personalizado que funciona con su estructura genética para maximizar la salud y la pérdida de peso, así como prevenir o incluso revertir enfermedades.
Según el Dr. D'Adamo, una serie de factores ambientales, incluyendo la dieta y el estilo de vida, determinan cómo y cuándo los genes se expresan. Con las herramientas adecuadas, usted puede activar los genes buenos y callar los malos.
Sin pruebas costosas la dieta del genotipo revela los puntos fuertes y debilidades genéticas, y proporciona una dieta precisa y plan de vida para cada individuo. Basado en la investigación genética, este es el plan del siglo para el bienestar y la pérdida de peso.
¿Cuál es su genotipo?
Genotipo "CAZADOR"
Características: Este genotipo responde a aquellos hombres y mujeres que son de formas y músculos estilizados. Tienen un delicado sistema digestivo, con mucha acidez y son bastante alérgicos. Pueden ser sensibles al trigo y, por ende, al gluten. (Muchas veces hay celíacos en este grupo, las personas que principalmente no pueden comer harinas). Les es muy beneficiosa la carne.
En ellos es fácil corregir cualquier trastorno como la obesidad, sobrepeso y trastornos inflamatorios. Con una dieta inadecuada tienen tendencia genética a la aparición de numerosos problemas de salud, como artritis, asma, cáncer, diabetes y enfermedades cardiacas.
Tipo de sangre: Sólo tipo 0 (IV).
Algunos de los alimentos que debes evitar: Harinas, ni siquiera pan integral y leche
Genotipo "RECOLECTOR"
Características: Lleno de formas redondeadas, tiene tendencia a engordar, se puede decir que es el genotipo más común en la población Chilena. Los recolectores son propensos a conservar las calorías como grasa acumulada.
Si se corrige su economía metabólica mediante una dieta adecuada, los recolectores pueden envejecer muy bien manteniendo un peso óptimo. Extraen en forma rápida el azúcar de la corriente sanguínea pasando la mayor parte en estado de hipoglucemia por lo que el cerebro y los tejidos musculares no obtienen su justa parte, corriendo riesgos para su salud, pueden enfermar de Alzheimer, Depresión, Hipertensión, Obesidad, Resistencia a la Insulina y Diabetes
Tipo de sangre: 0 (IV) o B (III).
Algunos de los alimentos que debes evitar: Carbohidratos como pan o pastas, lentejas, porotos y garbanzos, arroz, mucha fruta.
Genotipo "MAESTRO"
Características: Fuerte, vigoroso y estable, este es el genotipo de equilibrio. La dieta de los Maestros está basada en verduras, baja en bacterias de crecimiento excesivo, alta en fitonutrientes que reprograman epigenéticamente sus genes tolerantes, ayudan a mantener en plena forma sus defensas anticancerígenas, a optimizar el metabolismo y a mantener un peso óptimo.
Tipo de sangre: A (II) o AB (I).
Algunos de los alimentos que debes evitar: Carbohidratos refinados como harina blanca y azúcares simples, pollo.
Genotipo "EXPLORADOR"
Características: El Explorador suele gozar de una mayor longevidad que los demás genotipos, pero con una mala vejez debido a su híper sensibilidad ambiental y química que va resintiendo el hígado debido a que las toxinas pasan mucho más tiempo en él, dando vueltas y vueltas cuando habría que procesarlas y eliminarlas.
Tipo de sangre: Puede ser cualquier tipo de sangre. Muchos son Rh negativo.
Algunos de los alimentos que debes evitar: Café, harinas de trigo, cerdo, atún, leche y semillas.
Genotipo "GUERRERO"
Características: Delgados y sanos durante la juventud, en un período de su vida adulta de repente engordan y les cuesta mucho bajar de peso.
La dieta del guerrero es una dieta mediterránea, basada en verduras, hipoglucémica y alta en fitonutrientes, son súper alimentos que reprograman epigenéticamente sus genes ahorrativos y ayudan a ralentizar el proceso de envejecimiento y a optimizar el metabolismo, lo que comporta una mayor energía y un peso óptimo. Cuentan con puntos muy fuertes ya que tienes muy buena recuperación de las enfermedades, al no seguir su dieta adecuado tendrán un envejecimiento prematuro con riesgos para la salud como problemas digestivos crónicos, enfermedades cardiacas, hipertensión, ataques de parálisis cerebral, desequilibrio hormonal, resistencia a la insulina y obesidad en la mediana edad.
Tipo de sangre: A (II) y AB (I).
Algunos de los alimentos que debes evitar: Pollo, la mayoría de las carnes rojas, mantequilla, leche entera y derivados.
Genotipo "NOMADA"
Características: Este genotipo es usual en nórdicos, algunos españoles y judíos, ya que su origen implicó mayores desplazamientos territoriales. Poseen una personalidad muy adaptable. Con la dieta para su genotipo puede mantener su sistema inmune equilibrado y regular la producción de óxido nítrico, sustancia química que ayuda a mantener las arterias con buena dilatación para que el flujo sanguíneo sea óptimo y así evitar problemas neuromusculares. Un Nómada bien acondicionado, tiene el don envidiable de control de la ingesta calórica y envejecer con gracia.
Tipo de sangre: B (III) y AB (I).
Algunos de los alimentos que debes evitar: Pollo, palta y Tomate.
Según afirma en su libro The GenoType Diet, nuestros genes marcan qué tipo de comida será la que nos hace engordar, y por eso las dietas no funcionan por igual para todo el mundo. Dicen que ‘la Ana Rosa estadounidense’, Oprah Winfrey, que ha sufrido distintas idas y venidas en la báscula, se ha hecho fan de este método.
No es una dieta para bajar de peso. Es un estilo de alimentación que potencia los nutrientes que le hacen bien al cuerpo y descarta los que alteran la salud.
Melinda- Admin
- Mensajes : 911
Fecha de inscripción : 09/09/2010
Edad : 54
Re: Las Dietas
Las señales de tu cuerpo te dicen si comes bien.
Granitos, piel seca, cabello débil, ojeras profundas, mal aliento... todos estos síntomas son señales de que hay algo que no funciona en nuestro cuerpo. Y la culpable, generalmente, es la mala alimentación. Descubre qué le falta y qué le sobra a tu dieta en función de las señales que te envía tu cuerpo.
Ojeras profundas, Granitos y piel grasa, Piel seca y labios con pielcitas, Caspa y descamación, Uñas y cabello débil, Mal aliento, Venitas rojas y varices, Dolor de cabeza, Dientes amarillentos.
Ojeras profundas.
En muchas ocasiones, las ojeras delatan la presencia de toxinas en el organismo o una carencia de hierro y de vitaminas.
La costumbre de tomar, para cenar, alimentos ricos en grasa, también las favorece, ya que su digestión, más lenta, hace que no descansemos bien durante la noche.
Un exceso de sal en tu dieta puede provocar retención de líquidos y favorecer la aparición de bolsas bajo los ojos.
Revisa tu dieta y asegúrate de que no te falten carnes magras y verduras de hoja verde (son alimentos ricos en hierro).
Reduce las grasas saturadas (carne roja, embutidos, manteca...), precocinados y comidas saladas, sobre todo durante la cena.
Granitos y piel grasa.
Pueden indicar una dieta excesivamente rica en alimentos grasos, los cuales obligan al hígado y al intestino realizar un esfuerzo extra.
Al no poder depurar el organismo, las toxinas se acumulan sobre la piel.
También pueden indicar un déficit de vitamina B6, la vitamina que regula la secreción de grasa en la piel.
Reduce la cantidad de grasas en tu dieta y aumenta la de los alimentos ricos en vitamina B6, como los cereales, las legumbres y el germen de trigo.
Piel seca y labios con pielcitas.
Son las señales inequívocas de que a tu piel le falta hidratación, posiblemente por falta de líquido en tu dieta.
El déficit de vitamina B2, la encargada de mantener la piel y las mucosas en buen estado, también puede provocar esta sequedad cutánea. Bebe un mínimo de dos litros de agua al día.
Aumenta la cantidad de alimentos ricos en vitamina B2 (verduras, queso, huevos y leche) en tu dieta.
Caspa y descamación.
Una mala alimentación junto a dosis elevadas de estrés pueden dar lugar a un exceso de queratinización de la piel, dando lugar a la caspa.
También puede ser la consecuencia de un exceso de lácteos, sobre todo, de leche entera y queso.
Come frutas frescas y cereales, preferentemente integrales.
Reduce, durante un tiempo, el consumo de leche entera y queso curado.
En su lugar, puedes tomar yogures.
Uñas y cabello débil.
Es la señal inconfundible de la falta de vitaminas y de minerales, especialmente hierro y calcio.
Suele ocurrir cuando se siguen dietas de adelgazamiento demasiado estrictas o desequilibradas.
Enriquece tu dieta con alimentos ricos en calcio (lácteos y derivados, soja, sardinas, espinacas...) y en hierro (carne, yema de huevo, lentejas, acelgas, espinacas, tomate...).
Mal aliento.
El aliento fuerte puede ser la consecuencia de tomar demasiados alimentos grasos de difícil digestión, como la carne roja, el embutido, la manteca, etc.
Debes comer alimentos refrescantes como la lechuga, el perejil, las infusiones de menta, et. Si tienes problemas de acetona, toma alimentos dulces.
Venitas rojas y varices.
Pueden aparecer en el rostro y, sobre todo, en las piernas. Revelan una circulación deficiente y una pérdida de elasticidad de los vasos sanguíneos.
El estreñimiento, las bebidas alcohólicas y las comidas picantes agravan el problema.
Toma alimentos ricos en fibra (cereales integrales, legumbres, ciruelas) para aliviar el estreñimiento. La cebolla y el ajo estimulan la circulación de la sangre.
Los alimentos en vitamina C (cítricos, pimiento, coliflor...) tonifican las paredes de los vasos sanguíneos.
Dolor de cabeza.
En ocasiones, el origen de las cefaleas puede ser a una sustancia a la que somos sensibles, como el glutamato, la tiramina o los nitratos, y que suelen encontrarse en la comida china, los quesos curados, los frutos secos o el vino tinto.
No abuses de estos alimentos. Reduce el consumo de café y de alcohol.
Dientes amarillentos.
Alimentos como el té, el café y todos los que tienen colorantes penetran en la superficie del diente y modifican su color.
Lávate los dientes inmediatamente después de haber tomado alguno de estos alimentos.
Usa pasta blanqueadora.
Granitos, piel seca, cabello débil, ojeras profundas, mal aliento... todos estos síntomas son señales de que hay algo que no funciona en nuestro cuerpo. Y la culpable, generalmente, es la mala alimentación. Descubre qué le falta y qué le sobra a tu dieta en función de las señales que te envía tu cuerpo.
Ojeras profundas, Granitos y piel grasa, Piel seca y labios con pielcitas, Caspa y descamación, Uñas y cabello débil, Mal aliento, Venitas rojas y varices, Dolor de cabeza, Dientes amarillentos.
Ojeras profundas.
En muchas ocasiones, las ojeras delatan la presencia de toxinas en el organismo o una carencia de hierro y de vitaminas.
La costumbre de tomar, para cenar, alimentos ricos en grasa, también las favorece, ya que su digestión, más lenta, hace que no descansemos bien durante la noche.
Un exceso de sal en tu dieta puede provocar retención de líquidos y favorecer la aparición de bolsas bajo los ojos.
Revisa tu dieta y asegúrate de que no te falten carnes magras y verduras de hoja verde (son alimentos ricos en hierro).
Reduce las grasas saturadas (carne roja, embutidos, manteca...), precocinados y comidas saladas, sobre todo durante la cena.
Granitos y piel grasa.
Pueden indicar una dieta excesivamente rica en alimentos grasos, los cuales obligan al hígado y al intestino realizar un esfuerzo extra.
Al no poder depurar el organismo, las toxinas se acumulan sobre la piel.
También pueden indicar un déficit de vitamina B6, la vitamina que regula la secreción de grasa en la piel.
Reduce la cantidad de grasas en tu dieta y aumenta la de los alimentos ricos en vitamina B6, como los cereales, las legumbres y el germen de trigo.
Piel seca y labios con pielcitas.
Son las señales inequívocas de que a tu piel le falta hidratación, posiblemente por falta de líquido en tu dieta.
El déficit de vitamina B2, la encargada de mantener la piel y las mucosas en buen estado, también puede provocar esta sequedad cutánea. Bebe un mínimo de dos litros de agua al día.
Aumenta la cantidad de alimentos ricos en vitamina B2 (verduras, queso, huevos y leche) en tu dieta.
Caspa y descamación.
Una mala alimentación junto a dosis elevadas de estrés pueden dar lugar a un exceso de queratinización de la piel, dando lugar a la caspa.
También puede ser la consecuencia de un exceso de lácteos, sobre todo, de leche entera y queso.
Come frutas frescas y cereales, preferentemente integrales.
Reduce, durante un tiempo, el consumo de leche entera y queso curado.
En su lugar, puedes tomar yogures.
Uñas y cabello débil.
Es la señal inconfundible de la falta de vitaminas y de minerales, especialmente hierro y calcio.
Suele ocurrir cuando se siguen dietas de adelgazamiento demasiado estrictas o desequilibradas.
Enriquece tu dieta con alimentos ricos en calcio (lácteos y derivados, soja, sardinas, espinacas...) y en hierro (carne, yema de huevo, lentejas, acelgas, espinacas, tomate...).
Mal aliento.
El aliento fuerte puede ser la consecuencia de tomar demasiados alimentos grasos de difícil digestión, como la carne roja, el embutido, la manteca, etc.
Debes comer alimentos refrescantes como la lechuga, el perejil, las infusiones de menta, et. Si tienes problemas de acetona, toma alimentos dulces.
Venitas rojas y varices.
Pueden aparecer en el rostro y, sobre todo, en las piernas. Revelan una circulación deficiente y una pérdida de elasticidad de los vasos sanguíneos.
El estreñimiento, las bebidas alcohólicas y las comidas picantes agravan el problema.
Toma alimentos ricos en fibra (cereales integrales, legumbres, ciruelas) para aliviar el estreñimiento. La cebolla y el ajo estimulan la circulación de la sangre.
Los alimentos en vitamina C (cítricos, pimiento, coliflor...) tonifican las paredes de los vasos sanguíneos.
Dolor de cabeza.
En ocasiones, el origen de las cefaleas puede ser a una sustancia a la que somos sensibles, como el glutamato, la tiramina o los nitratos, y que suelen encontrarse en la comida china, los quesos curados, los frutos secos o el vino tinto.
No abuses de estos alimentos. Reduce el consumo de café y de alcohol.
Dientes amarillentos.
Alimentos como el té, el café y todos los que tienen colorantes penetran en la superficie del diente y modifican su color.
Lávate los dientes inmediatamente después de haber tomado alguno de estos alimentos.
Usa pasta blanqueadora.
Melinda- Admin
- Mensajes : 911
Fecha de inscripción : 09/09/2010
Edad : 54
Re: Las Dietas
gracias mel por todos estos consejos los tendre muy muy encuenta................yo los pondre en practica
Rebekitty- Mensajes : 119
Fecha de inscripción : 12/09/2010
Edad : 39
Re: Las Dietas
Cuando duermes mal, comes peor.
Picoteos. Cuando no se descansa bien, es fácil comer cosas que no nos convienen.
Si piensas que tu tiempo es oro y que dormir significa perder el tiempo, estás en un error y acabarás viendo como tu castillo dorado se derrumba. Dormir poco o mal puede ser el origen de tus problemas con la báscula.
Cuando no descansamos adecuadamente es más difícil evitar los alimentos que no nos convienen, y cuanto más peso ganamos, más difícil es conciliar el sueño. Una mala noche puede ser la responsable de que te apetezca comer chocolate durante el día.
Es difícil evitar los picoteos cuando nos sentimos abatidos y agotados, pues en esos casos la comida se convierte en una forma de calmarnos y sentirnos más descansados. Pero es una falsa sensación, pues las galletas de mantequilla no pueden sustituir al sueño que has perdido, lo único que consiguen es calmar tu ansiedad a costa de ganar más kilos.
¿Por qué como peor cuando tengo ansiedad?
En la base del cerebro se encuentra la llave para controlar el apetito: el hipotálamo, una glándula que recibe información sobre el estado de tus reservas energéticas y activa la sensación de hambre cuando éstas disminuyen.
Una vez que el estómago se llena, se envían las señales de saciedad al hipotálamo para que no sigamos ingiriendo más alimentos. El hipotálamo también recibe todo tipo de informaciones relacionadas con las emociones, la afectividad, la memoria, la voluntad, que son interpretadas y codificadas en nuevos mensajes como ocurre con el caso del hambre y la saciedad.
Cuando el sistema funciona correctamente, las emociones no tienen por qué afectar al apetito y comemos cuando lo necesitamos realmente. Cuando aparecen problemas de origen nervioso o psicológico, el hipotálamo se desajusta y se empiezan a mezclar las señales emocionales con las de la conducta alimentaria.
Hay personas que ante una situación de estrés reciben señales de saciedad del hipotálamo y dejan de sentir hambre, adelgazando ante las situaciones de tensión. Otras personas (generalmente las obesas) reaccionan ante los problemas comiendo más cantidad y todo tipo de alimentos calóricos, por lo que terminan engordando.
En el equilibrio emocional está la clave para entender cómo puedes controlar tu apetito, por lo que sólo conseguirás adelgazar de forma permanente cuando tu vida esté organizada y hayas resuelto los problemas que te preocupan.
Cuando aumenta el estrés, aumenta el peso.
Nuestro organismo está muy bien adaptado a las condiciones de vida más duras, de ahí que cuando las cosas se ponen difíciles, se pongan en marcha mecanismos para guardar más grasas de reserva, en previsión de épocas de escasez y falta de alimentos.
En la vida que llevamos, afortunadamente se pasa hambre por "vocación" pues no nos faltan alimentos, pero eso no quiere decir que vivamos bien, pues pocas personas se libran de las tensiones, el estrés, la ansiedad y los nervios que caracterizan nuestra forma de vida "occidental".
Esta "mala vida" desencadena señales en forma de sustancias, hormonas, neurotransmisores, etc. que activan en el cerebro y algunos órganos mecanismos de defensa frente al estrés, que en la mayoría de las personas provocan un aumento de la actividad, más nerviosismo y más tensión, y por supuesto, terminan provocando insomnio o sueño de mala calidad.
Estas reacciones más básicas provocan medidas de urgencia, como la de aumentar las reservas de grasa corporal en previsión de malas épocas. Y es que hasta hace pocas décadas, el problema más habitual de los seres humanos era el hambre o la escasez de alimentos, no los exámenes, las fechas de entrega, las prisas o las broncas con los jefes.
Nuestro metabolismo no tiene forma de diferenciar si la subida de adrenalina está provocada por las horas extra en el trabajo, o por una avalancha de nieve en invierno o una estampida de bisontes.
¿Adelgazas en vacaciones?
Hay personas que tienen problemas para mantener el peso todo el año, pero cuando llegan las vacaciones se sorprenden porque adelgazan dos o tres kilos en 15 días, justo cuando han dejado de ir al gimnasio, han dormido más horas y han comido mejor que el resto del año.
Si eres de ese grupo de personas, estas líneas puede que cambien tu visión de las dietas, porque tus dificultades para adelgazar pueden estar en el estrés y la falta de descanso durante el año, por lo que cuando te relajas y duermes mejor en vacaciones, te resulta más fácil recuperar tu peso.
Curiosamente, las personas delgadas por naturaleza suelen engordar en vacaciones, cuando llevan una vida más tranquila, duermen más y comen mejor (pero no más). A este tipo de personas el estrés les hace perder peso, mientras que al grupo anterior el estrés les hace engordar.
Estos dos ejemplos son la clave para descubrir el problema del peso: el estrés y la falta de horas de sueño de calidad. Una vez que has identificado el enemigo, puedes solucionar tu problema con los kilos.
Como no puedes estar de vacaciones permanentes con la excusa de adelgazar, empieza por dormir bien cada día. Un sueño de calidad es imprescindible para que el cuerpo encuentre el equilibrio y mantenga el peso adecuado.
Cuando dormimos, nuestro metabolismo funciona correctamente y asimilamos mejor los alimentos, por lo que adelgazamos en el caso de que nos sobren kilos o engordamos cuando nos faltan.
Despierto ingieres más calorías
Siesta. Después de comer te puede venir de perlas.
Si tu problema está en que no puedes pasar más de dos horas sin probar bocado, pasar muchas horas despierto aumenta el número de calorías que ingieres.
A no ser que seas un comedor noctámbulo, el sueño te aleja de la despensa y te evita tentaciones peligrosas. Si después de comer sientes que te apetece algo, olvídate de los postres llenos de calorías y prueba a dormir la siesta, verás como cuando te despiertes, te sientes más saciado y no te apetecen los dulces.
Si tu problema son los picoteos antes de acostarte, piensa que tu agotado cerebro te está pidiendo glucosa para poder mantenerse despierto, basta irse a dormir antes para olvidar el helado de chocolate frente al televisor.
Cuando duermes también adelgazas.
Popularmente se cree que cuantas más horas duerme una persona, menos calorías gasta y más grasa acumula. Esta idea se basa en que siempre hemos oído que durante el sueño permanecemos inactivos y no quemamos calorías, pero esta idea es falsa, porque aun en estado de reposo, el metabolismo necesita energía para mantener las funciones más básicas.
Es el conocido metabolismo basal, que son las calorías que necesitas según tu peso, sexo, edad y constitución física. Por cada kilo de peso, se necesita entre 0,9 y 1 kilocalorías (mujeres/hombres) para mantener el metabolismo en una hora. Por lo que sólo tienes que multiplicar tu peso por 24 horas para saber cuantas calorías necesitas cada día para mantener tu cuerpo en reposo.
Pero eso no es todo, si eres una persona de constitución atlética y estás "cachas" (tienes un porcentaje alto de masa muscular), gastas más calorías en reposo que una persona que pese lo mismo que tú, pero esté poco musculada.
Durante el sueño se produce la liberación de la hormona del crecimiento, necesaria para la creación de nuevos tejidos. Los niños son los que más cantidad de hormona de crecimiento generan al estar en una etapa de crecimiento muy rápido, por eso es tan importante que los niños duerman más horas que los adultos, si les faltan horas de sueño no pueden crecer adecuadamente.
En los adultos también se genera una pequeña cantidad de hormona de crecimiento, especialmente en las personas deportistas que tienen un gran desgaste físico y necesitan regenerar las células musculares utilizadas.
Los culturistas fueron los primeros en reinvindicar el derecho al sueño, y son personas que siguen unas dietas muy estrictas para reducir su porcentaje de grasa corporal y favorecer el aumento de masa muscular. Esta hormona se considera una sustancia dopante porque ha sido utilizada por sus propiedades lipolíticas y anabólicas para perder grasa y ganar músculo.
Con los años, todos los atletas de diferentes especialidades han encontrado en el sueño la solución a sus problemas de rendimiento. Corredoras tan delgadas como Paula Radclidffe o Marta Domínguez, confiesan con orgullo que duermen más de 12 horas al día, porque han incluido en su entrenamiento una siesta de hasta dos o tres horas.
Picoteos. Cuando no se descansa bien, es fácil comer cosas que no nos convienen.
Si piensas que tu tiempo es oro y que dormir significa perder el tiempo, estás en un error y acabarás viendo como tu castillo dorado se derrumba. Dormir poco o mal puede ser el origen de tus problemas con la báscula.
Cuando no descansamos adecuadamente es más difícil evitar los alimentos que no nos convienen, y cuanto más peso ganamos, más difícil es conciliar el sueño. Una mala noche puede ser la responsable de que te apetezca comer chocolate durante el día.
Es difícil evitar los picoteos cuando nos sentimos abatidos y agotados, pues en esos casos la comida se convierte en una forma de calmarnos y sentirnos más descansados. Pero es una falsa sensación, pues las galletas de mantequilla no pueden sustituir al sueño que has perdido, lo único que consiguen es calmar tu ansiedad a costa de ganar más kilos.
¿Por qué como peor cuando tengo ansiedad?
En la base del cerebro se encuentra la llave para controlar el apetito: el hipotálamo, una glándula que recibe información sobre el estado de tus reservas energéticas y activa la sensación de hambre cuando éstas disminuyen.
Una vez que el estómago se llena, se envían las señales de saciedad al hipotálamo para que no sigamos ingiriendo más alimentos. El hipotálamo también recibe todo tipo de informaciones relacionadas con las emociones, la afectividad, la memoria, la voluntad, que son interpretadas y codificadas en nuevos mensajes como ocurre con el caso del hambre y la saciedad.
Cuando el sistema funciona correctamente, las emociones no tienen por qué afectar al apetito y comemos cuando lo necesitamos realmente. Cuando aparecen problemas de origen nervioso o psicológico, el hipotálamo se desajusta y se empiezan a mezclar las señales emocionales con las de la conducta alimentaria.
Hay personas que ante una situación de estrés reciben señales de saciedad del hipotálamo y dejan de sentir hambre, adelgazando ante las situaciones de tensión. Otras personas (generalmente las obesas) reaccionan ante los problemas comiendo más cantidad y todo tipo de alimentos calóricos, por lo que terminan engordando.
En el equilibrio emocional está la clave para entender cómo puedes controlar tu apetito, por lo que sólo conseguirás adelgazar de forma permanente cuando tu vida esté organizada y hayas resuelto los problemas que te preocupan.
Cuando aumenta el estrés, aumenta el peso.
Nuestro organismo está muy bien adaptado a las condiciones de vida más duras, de ahí que cuando las cosas se ponen difíciles, se pongan en marcha mecanismos para guardar más grasas de reserva, en previsión de épocas de escasez y falta de alimentos.
En la vida que llevamos, afortunadamente se pasa hambre por "vocación" pues no nos faltan alimentos, pero eso no quiere decir que vivamos bien, pues pocas personas se libran de las tensiones, el estrés, la ansiedad y los nervios que caracterizan nuestra forma de vida "occidental".
Esta "mala vida" desencadena señales en forma de sustancias, hormonas, neurotransmisores, etc. que activan en el cerebro y algunos órganos mecanismos de defensa frente al estrés, que en la mayoría de las personas provocan un aumento de la actividad, más nerviosismo y más tensión, y por supuesto, terminan provocando insomnio o sueño de mala calidad.
Estas reacciones más básicas provocan medidas de urgencia, como la de aumentar las reservas de grasa corporal en previsión de malas épocas. Y es que hasta hace pocas décadas, el problema más habitual de los seres humanos era el hambre o la escasez de alimentos, no los exámenes, las fechas de entrega, las prisas o las broncas con los jefes.
Nuestro metabolismo no tiene forma de diferenciar si la subida de adrenalina está provocada por las horas extra en el trabajo, o por una avalancha de nieve en invierno o una estampida de bisontes.
¿Adelgazas en vacaciones?
Hay personas que tienen problemas para mantener el peso todo el año, pero cuando llegan las vacaciones se sorprenden porque adelgazan dos o tres kilos en 15 días, justo cuando han dejado de ir al gimnasio, han dormido más horas y han comido mejor que el resto del año.
Si eres de ese grupo de personas, estas líneas puede que cambien tu visión de las dietas, porque tus dificultades para adelgazar pueden estar en el estrés y la falta de descanso durante el año, por lo que cuando te relajas y duermes mejor en vacaciones, te resulta más fácil recuperar tu peso.
Curiosamente, las personas delgadas por naturaleza suelen engordar en vacaciones, cuando llevan una vida más tranquila, duermen más y comen mejor (pero no más). A este tipo de personas el estrés les hace perder peso, mientras que al grupo anterior el estrés les hace engordar.
Estos dos ejemplos son la clave para descubrir el problema del peso: el estrés y la falta de horas de sueño de calidad. Una vez que has identificado el enemigo, puedes solucionar tu problema con los kilos.
Como no puedes estar de vacaciones permanentes con la excusa de adelgazar, empieza por dormir bien cada día. Un sueño de calidad es imprescindible para que el cuerpo encuentre el equilibrio y mantenga el peso adecuado.
Cuando dormimos, nuestro metabolismo funciona correctamente y asimilamos mejor los alimentos, por lo que adelgazamos en el caso de que nos sobren kilos o engordamos cuando nos faltan.
Despierto ingieres más calorías
Siesta. Después de comer te puede venir de perlas.
Si tu problema está en que no puedes pasar más de dos horas sin probar bocado, pasar muchas horas despierto aumenta el número de calorías que ingieres.
A no ser que seas un comedor noctámbulo, el sueño te aleja de la despensa y te evita tentaciones peligrosas. Si después de comer sientes que te apetece algo, olvídate de los postres llenos de calorías y prueba a dormir la siesta, verás como cuando te despiertes, te sientes más saciado y no te apetecen los dulces.
Si tu problema son los picoteos antes de acostarte, piensa que tu agotado cerebro te está pidiendo glucosa para poder mantenerse despierto, basta irse a dormir antes para olvidar el helado de chocolate frente al televisor.
Cuando duermes también adelgazas.
Popularmente se cree que cuantas más horas duerme una persona, menos calorías gasta y más grasa acumula. Esta idea se basa en que siempre hemos oído que durante el sueño permanecemos inactivos y no quemamos calorías, pero esta idea es falsa, porque aun en estado de reposo, el metabolismo necesita energía para mantener las funciones más básicas.
Es el conocido metabolismo basal, que son las calorías que necesitas según tu peso, sexo, edad y constitución física. Por cada kilo de peso, se necesita entre 0,9 y 1 kilocalorías (mujeres/hombres) para mantener el metabolismo en una hora. Por lo que sólo tienes que multiplicar tu peso por 24 horas para saber cuantas calorías necesitas cada día para mantener tu cuerpo en reposo.
Pero eso no es todo, si eres una persona de constitución atlética y estás "cachas" (tienes un porcentaje alto de masa muscular), gastas más calorías en reposo que una persona que pese lo mismo que tú, pero esté poco musculada.
Durante el sueño se produce la liberación de la hormona del crecimiento, necesaria para la creación de nuevos tejidos. Los niños son los que más cantidad de hormona de crecimiento generan al estar en una etapa de crecimiento muy rápido, por eso es tan importante que los niños duerman más horas que los adultos, si les faltan horas de sueño no pueden crecer adecuadamente.
En los adultos también se genera una pequeña cantidad de hormona de crecimiento, especialmente en las personas deportistas que tienen un gran desgaste físico y necesitan regenerar las células musculares utilizadas.
Los culturistas fueron los primeros en reinvindicar el derecho al sueño, y son personas que siguen unas dietas muy estrictas para reducir su porcentaje de grasa corporal y favorecer el aumento de masa muscular. Esta hormona se considera una sustancia dopante porque ha sido utilizada por sus propiedades lipolíticas y anabólicas para perder grasa y ganar músculo.
Con los años, todos los atletas de diferentes especialidades han encontrado en el sueño la solución a sus problemas de rendimiento. Corredoras tan delgadas como Paula Radclidffe o Marta Domínguez, confiesan con orgullo que duermen más de 12 horas al día, porque han incluido en su entrenamiento una siesta de hasta dos o tres horas.
Melinda- Admin
- Mensajes : 911
Fecha de inscripción : 09/09/2010
Edad : 54
Re: Las Dietas
Yo no tomaba agua nada ahora comprendo por que tenia la piel tan seca….
Gracias...
Gracias...
viviana- Mensajes : 271
Fecha de inscripción : 01/10/2010
Edad : 38
Localización : perdida por el mundo
Re: Las Dietas
De nada Viviana, todos los dias podemos aprender algo nuevo...
Melinda- Admin
- Mensajes : 911
Fecha de inscripción : 09/09/2010
Edad : 54
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
|
|